Lo primero y más importante es decidir el tipo de cannabis que quieres cultivar en función de tu nivel de experiencia.
Las semillas feminizadas tienen sus propias ventajas, pero pueden requerir un poco más de experiencia por tu parte, mientras que las autoflorecientes, por otro lado, crecen con un mantenimiento mínimo y son ideales para cultivadores principiantes y experimentados debido a su rapidez y a que no dependen del ciclo de luz para empezar a florecer.
Ten en cuenta el espacio de cultivo (interior, exterior, invernadero), ya que las distintas variedades crecen en condiciones diferentes y cada espacio presenta sus propias limitaciones.
Ten en cuenta el tipo de efecto que buscas. Asegúrate de entender la diferencia entre Índica, Sativa, Híbridos, THC y CBD. En términos generales, las Indicas ofrecen efectos más relajantes y calmantes, mientras que las Sativas ofrecen efectos energizantes y estimulantes, y las Híbridas ofrecen una mezcla de ambos.
Además, ten en cuenta el espacio disponible, la configuración y los tiempos de floración, ya que estos factores determinarán el tamaño de la planta y el número de plantas que puedes cultivar a la vez en el espacio de cultivo designado. Lo importante es aprovechar al máximo el espacio, pero también poder mover las plantas y acceder a ellas fácilmente para deshojarlas o regarlas.
Así que asegúrate de entender la estructura de la planta y las diferencias de altura entre Índicas y Sativas, y las autoflorecientes y las fotoperiódicas. Ten siempre en cuenta que:
Por último, las distintas variedades de cannabis ofrecen diferentes aromas, sabores y cannabinoides, así que asegúrate de elegir la que se ajuste a tus preferencias.
Teniendo en cuenta la dificultad de crecimiento de cada variedad, algunas semillas de cannabis requieren más atención o pueden ser más quisquillosas, o requerir más mantenimiento que otras.
Teniendo en cuenta todos estos factores, estarás preparado para tomar una decisión informada y elegir las mejores semillas.
Existen diferentes tipos de semillas de cannabis, cada uno de los cuales responde a las necesidades específicas de los cultivadores. Existen cuatro tipos principales de semillas de cannabis.
Las semillas fotoperiódicas dependen de los ciclos de luz para florecer, necesitando 18 horas de luz (un ciclo de 18/6) para permanecer en la fase vegetativa y 12 horas de oscuridad (un ciclo 12/12) para pasar a la fase de floración.
Las semillas de fotoperíodo pueden ser feminizadas o regulares, mientras que las feminizadas solo producirán plantas femeninas y las regulares producen tanto plantas masculinas como femeninas, exigiendo el sexado para evitar la polinización.
Las semillas autoflorecientes, por otro lado, florecen basándose en la edad, no en los ciclos de luz, lo que significa que crecerán y florecerán bajo cualquier ciclo de luz, cuantas más horas de luz les des, mejores resultados obtendrás.
Y, por último, las semillas de Floración Rápida, la innovación más reciente en semillas de cannabis que son semillas de fotoperíodo que terminan entre 1 y 3 semanas más rápido que otros tipos de semillas de fotoperíodo. Esto les permite mantener todas las propiedades de las plantas de fotoperíodo normal, pero con la ventaja de una cosecha más rápida que le permite ahorrar tiempo y evitar riesgos innecesarios durante el cultivo al aire libre.
Las semillas de cannabis de Floración Rápida son un tipo de semilla de cannabis especialmente creada para tener un periodo de floración más corto que las variedades tradicionales. Este rasgo las hace especialmente atractivas para los cultivadores que buscan maximizar su rendimiento en un plazo de tiempo más corto.
Las semillas de Floración Rápida son fotoperiódicas y pueden ser Índicas, Sativas o híbridas, y normalmente alcanzan el momento de la cosecha entre 1 y 3 semanas antes que las fotoperiódicas regulares, sin afectar a la potencia ni a la calidad.
Las semillas de Floración Rápida son ideales para cultivadores en áreas con temporadas de crecimiento cortas, aquellos que cultivan en interior y quieren maximizar su producción anual, o simplemente para aquellos que están impacientes por cosechar las recompensas de su cannabis cultivado en casa.
Empieza por germinar tus semillas de cannabis, lo que implica remojarlas en agua caliente durante 12-48 horas hasta que aparezca una pequeña raíz pivotante. A continuación, transfiere las semillas a una toalla de papel húmeda o directamente a un medio de cultivo sin tierra, como turba o lana de roca. La fase de plántula comenzará cuando se extienda la raíz pivotante.
Cuando empiece la fase de plántula, transfiéralas a una maceta más grande con un medio de cultivo adecuado, como tierra, fibra de coco o un sistema hidropónico.
Asegúrate de que tus plantas reciban mucha luz. Si las cultivas en interior, tendrás que instalar una luz de cultivo. Las plantas de exterior deben tener acceso a un mínimo de 8 horas diarias de luz solar. La temperatura óptima para las plantas de cannabis oscila entre 20 y 30 °C durante el día y entre 10 y 15 grados menos por la noche.
Una hidratación adecuada es esencial, pero evita regar en exceso. Espera a que el sustrato esté bastante seco antes de volver a regar. Asimismo, alimenta tus plantas con una solución nutritiva adecuada, normalmente rica en nitrógeno durante el crecimiento vegetativo y más rica en fósforo y potasio durante la fase de floración.
En la fase de floración, que suele iniciarse cambiando el ciclo de luz a 12 horas de oscuridad, empezarán a desarrollarse los cogollos. Al cabo de 8-12 semanas (dependiendo de la variedad), cuando los tricomas adquieran un color blanco lechoso, tus plantas estarán listas para la cosecha.
Recuerda que el cultivo de semillas de cannabis está sujeto a las leyes y normativas locales, así que cúmplelas siempre.
El éxito del cultivo de cannabis en interior comienza con la elección de las semillas adecuadas, teniendo en cuenta el espacio, la luz y el nivel de habilidad. Empieza germinando las semillas en un entorno húmedo y trasplántalas a macetas con tierra rica en nutrientes que drene bien. Utiliza luces de cultivo de espectro completo, asegurándote de que el ciclo de luz se ajuste a la fase de crecimiento de la planta. Mantén la temperatura (23-29°C o 70-85°F) y la humedad (40-70%) en función de las necesidades de la planta. Aliméntala regularmente con nutrientes equilibrados y riégala cuando se seque el primer centímetro de tierra. Vigila la aparición de plagas o enfermedades. Por último, pero no menos importante, debes saber cuándo cosechar según el color de los tricomas y la variedad de la planta. Recuerda que cada planta es diferente, así que aprende a conocer sus necesidades y estarás listo.
Para cultivar con éxito semillas de cannabis en el exterior, es necesario conocer el clima local y elegir la variedad adecuada. Siembra las semillas en el interior o en un invernadero antes de trasplantarlas al exterior. Elige un lugar soleado y asegúrate de que las plantas reciban tanta luz solar diaria como sea posible. El suelo debe ser rico, drenar bien y tener un pH de entre 6,0 y 7,0. El riego regular es crucial, pero hay que evitar el exceso de agua. Es fundamental regarlas con regularidad, pero sin excederse. Protege las plantas de las plagas y del moho, y aliméntalas periódicamente con nutrientes equilibrados. Controla el ciclo de luz a medida que cambia la estación para determinar cuándo empieza la floración. Saber cuál es la época de floración de tu variedad te orientará sobre cuándo cosechar. Ten siempre en cuenta que las distintas variedades tienen necesidades diferentes, así que aprende a leer las exigencias de tus plantas y ajústalas en consecuencia.
Regar correctamente las plantas de cannabis es crucial para un crecimiento sano. El riego debe basarse en el tamaño de la planta, la maceta y el entorno. Para evitar el riego excesivo, hay que esperar a que la parte superior de la tierra esté seca al tacto. Cuando las riegues, hazlo despacio, asegurándote de que el agua satura completamente la tierra y de que se produzca un poco de escorrentía, lo que ayuda a eliminar el exceso de sales. Evita mojar las hojas para prevenir problemas de hongos. Se recomienda regar temprano por la mañana, ya que coincide con el ciclo natural de la planta y favorece la evaporación a lo largo del día.
El suelo más adecuado para las semillas de cannabis es un suelo con buen drenaje, de textura franca o arenosa, rico en materia orgánica. Esto proporciona un equilibrio saludable de retención de humedad y drenaje, vital para la salud de las raíces. Lo ideal es que el pH de la tierra esté entre 6,0 y 7,0; este rango facilita la absorción óptima de nutrientes. Además, la tierra debe estar enriquecida con los macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) y micronutrientes (calcio, hierro y magnesio) necesarios, o puedes añadirlos más adelante según tus necesidades. Algunos cultivadores prefieren utilizar mezclas de tierra específicas para cannabis, que contienen la combinación adecuada de estos elementos para el cultivo de cannabis. En cualquier caso, asegúrate de conocer la composición del sustrato que utilizas para evitar carencias y toxicidades de nutrientes.
¿Buscas las semillas de cannabis más vendidas? Pues no busques más. Nuestra tienda online ofrece una amplia selección de las mejores y más populares semillas de cannabis del mercado. Nos enorgullecemos de cultivar las mejores semillas de marihuana por su excepcional genética y sus impresionantes resultados.
Nuestras semillas han sido cuidadosamente seleccionadas con base en su rendimiento consistente, rendimientos sobresalientes, efectos potentes y sabores excepcionales.
Entendemos que cada cultivador tiene preferencias y objetivos de cultivo únicos, por lo que ofrecemos una diversa gama de semillas de cannabis que han conquistado el corazón de los cultivadores de todo el mundo, como la nuestra:
Priorizamos la calidad, nuestras semillas son frescas, viables y están cuidadosamente envasadas para garantizar su validez durante el transporte.
No pierdas la oportunidad de cultivar cannabis de primera categoría. Echa un vistazo a nuestra colección de semillas superventas y lleva tus cosechas a otro nivel.